JAMÓN JAMÓN DE BELLOTA
I
De pequeña
en el bosque recogía bellotas
sin importarme que con ellas alimentaran
a los cerdos.
Las comía y usaba de amuleto,
a pesar de su poso amargo.
Para gustos
nada está escrito
si no saboreado.
II
Siempre fui rara,
mientras mis amigas succionaban imberbes
con alguna pústula blanquiforme,
encogida como una polilla
y agarrada a unas gafas
semejantes a dos catalejos,
leía Valle-Inclán (Luces de Bohemia).
Entonces el lampiño de turno,
rompía el silencio de carabina soberana.
-Es rara...
De cajones.
De cojines.
Rara de colores.
III
En mi adolescencia
escribía bajo la luz de un flexo,
con una bombilla que me quemaba los ojos,
nubes planas pisadas por el rodillo.
Jugaba con la amiga Muerte,
siempre se sentaba a mi lado,
mientras iniciaban la pubertad los niños de la calle.
Yo, guardaba
poemas en corazones
y los sumergía en los charcos
con la idea de que llegasen a un mundo subterráneo
donde morara un apuesto siniestro
con una dalia negra
y una declaración amorosa.
Era gótica, a parte de rata de balinés.
IV
Espronceda (La canción del Pirata) producía espasmos orgiásticos.
V
1985
Byron (Remember-me) es mi amante
mientras escuchan a los Pecos
en la bolera.
Mis libros,
hojas escritas sin orden alguno.
El mejor traje de fiesta
para el sábado tarde.
VII
Sí, aún sigo siendo rara.
Que no es lo mismo que arar.
VIII
Después de varias décadas.
Mis compañeros de clase,
aún nombraban : Luisa La Poeta.
Polilla que roe el saco
y pierde siempre las letras
en las máquinas tragaperras,
buscando los tres oros del verso.
XIX
Hoy.
Abrí un cajón
y apareció la boina
de una bellota.
X
Por qué me hablas,
si sabes que cada palabra es un beso,
si el olor revive la lujuria
en este impuesto cautiverio
de olas colgadas en rieles,
de un mar que aparece en carrusel
en este plato de microondas
que gira demencial la espera
de un vaso.
Poco fui para ti.
Como otra moneda metida
en el fondo de tu Fontana,
no importa exponerme al polonio
ni decir
que eres una de las drogas más duras
de la faz terrestre.
Bello Poeta y Bellota Poe (El Cuervo).
De pequeña
en el bosque recogía bellotas
sin importarme que con ellas alimentaran
a los cerdos.
Las comía y usaba de amuleto,
a pesar de su poso amargo.
Para gustos
nada está escrito
si no saboreado.
II
Siempre fui rara,
mientras mis amigas succionaban imberbes
con alguna pústula blanquiforme,
encogida como una polilla
y agarrada a unas gafas
semejantes a dos catalejos,
leía Valle-Inclán (Luces de Bohemia).
Entonces el lampiño de turno,
rompía el silencio de carabina soberana.
-Es rara...
De cajones.
De cojines.
Rara de colores.
III
En mi adolescencia
escribía bajo la luz de un flexo,
con una bombilla que me quemaba los ojos,
nubes planas pisadas por el rodillo.
Jugaba con la amiga Muerte,
siempre se sentaba a mi lado,
mientras iniciaban la pubertad los niños de la calle.
Yo, guardaba
poemas en corazones
y los sumergía en los charcos
con la idea de que llegasen a un mundo subterráneo
donde morara un apuesto siniestro
con una dalia negra
y una declaración amorosa.
Era gótica, a parte de rata de balinés.
IV
Espronceda (La canción del Pirata) producía espasmos orgiásticos.
V
1985
Byron (Remember-me) es mi amante
mientras escuchan a los Pecos
en la bolera.
Mis libros,
hojas escritas sin orden alguno.
El mejor traje de fiesta
para el sábado tarde.
VII
Sí, aún sigo siendo rara.
Que no es lo mismo que arar.
VIII
Después de varias décadas.
Mis compañeros de clase,
aún nombraban : Luisa La Poeta.
Polilla que roe el saco
y pierde siempre las letras
en las máquinas tragaperras,
buscando los tres oros del verso.
XIX
Hoy.
Abrí un cajón
y apareció la boina
de una bellota.
X
Por qué me hablas,
si sabes que cada palabra es un beso,
si el olor revive la lujuria
en este impuesto cautiverio
de olas colgadas en rieles,
de un mar que aparece en carrusel
en este plato de microondas
que gira demencial la espera
de un vaso.
Poco fui para ti.
Como otra moneda metida
en el fondo de tu Fontana,
no importa exponerme al polonio
ni decir
que eres una de las drogas más duras
de la faz terrestre.
Bello Poeta y Bellota Poe (El Cuervo).
Comentarios
Publicar un comentario