CHOQUE EN CADENA
Te esperaba en el vagón treinta y tres
a la subida de cada peldaño
espacio entre grava y raíles
las nucas mirando
los ojos de mi boca
te veía en cada doblez
cada pupila asiento
en los cuellos desnudos
de los feligreses de un túnel
en la imagen reclinada
absorta de un libro
en los árboles que corrían veloces
tras el tren
y las paradas inciertas
te esperaba
que te asomaras al ascensor de un transporte
con un cesto de cerezas y un músico de violín sin cuerdas,
en la vereda de la velocidad
vigilando el cabello rasurado
que altivo me miraba de cada muchacho
en la respiración del mareo
en la rapidez de la impaciencia
te esperaba
con tu historia a cuestas
que me tendieras la mano
y me dijeras
he venido a buscarte
y para ello he subido
a treinta y tres trenes.
a la subida de cada peldaño
espacio entre grava y raíles
las nucas mirando
los ojos de mi boca
te veía en cada doblez
cada pupila asiento
en los cuellos desnudos
de los feligreses de un túnel
en la imagen reclinada
absorta de un libro
en los árboles que corrían veloces
tras el tren
y las paradas inciertas
te esperaba
que te asomaras al ascensor de un transporte
con un cesto de cerezas y un músico de violín sin cuerdas,
en la vereda de la velocidad
vigilando el cabello rasurado
que altivo me miraba de cada muchacho
en la respiración del mareo
en la rapidez de la impaciencia
te esperaba
con tu historia a cuestas
que me tendieras la mano
y me dijeras
he venido a buscarte
y para ello he subido
a treinta y tres trenes.
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