Cobertura de crema
El tema del día
son los teléfonos contenciosos
de las llamadas ambiguas:
motear de manchas mohosas
en una divagación abstracta.
Todo flamenco oral
se esparce por la red ferroviaria
de timbres y megafonías.
No basta con escuchar la voz del otro
en un sarcófago,
ni el rechinar de los dientes
de la unión entre cables y enchufes.
El corazón es el que debe conversar
y abatir la tarifa
del que mendiga un poco de pan
de voces y carátulas.
Observo como alejas el auricular
porque detestas cada trino
de mi esófago.
Nunca aprenderé que en la guerra
la cobertura vence
y una siente esta tarjeta SIM de su ánima
insertada al carrusel
del interés y el desapego.
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