Palabra de Lola Fontecha sobre Etiqueta Roja

Etiqueta Roja es un libro escrito desde la sencillez y la profundidad de la poeta Lluïsa Lladó y que nos lleva de paseo por la emoción de temas tan importantes y tan ensombrecidos por los tabúes del patriarcado, para mantenernos alejadas de la sociedad y con ello de la visibilidad en nuestros pasos dados, fortaleciendo a quienes abusan del poder contra nosotras, que piensan tienen, por haber nacido dentro de un género determinado.

Dignifica entre versos la constante feminista y se aprecia la impronta de la

lucha contra las injusticias desde la libertad y con las cartas sobre la mesa para

acometer derechos que puedan ser privados a las mujeres.

Lluïsa, utiliza de forma magistral la palabra, instrumentalizando el poema para

tratar el tema de la menstruación con la dignidad más exquisita. Acercándonos

desde la imagen de sus poemas a la humanidad tanque destila.

Mueve los sentidos y nos hace pensar a cada página, algo que no es fácil por

la impronta de la vida diaria en ir demasiado deprisa incluso andarnos por las

ramas para que nada nos salpique y nos pueda etiquetar por demostrar cómo

somos.

En algunos sectores se da por hecho la igualdad cuando ella brilla por su

ausencia y Lluïsa se ocupa de hacerlo ver y entender en las páginas de

Etiqueta Roja.

Por otro lado nos evidencia que no por estar más comunicadas entre nosotras,

la cercanía es más tangente ya que la misoginia se ocupa de señalarnos con el

dedo para que creamos aquello de ser nuestras propias enemigas. La

desigualdad se hace evidente y nosotras somos quienes pagamos las

consecuencias ante la acusación a nuestro feminismo reivindicativo, en cuanto

a que el machismo está pasado de moda, cuando es todo lo contrario, los

últimos acontecimientos nos muestra que se consolida en la juventud como

causa/objeto y ello con el acusado consentimiento de la sociedad que nos

rodea.

Lluïsa es revolución en estado puro y con ello nos invita a seguir vindicando

nuestros derechos y la visibilidad que nos corresponde como ciudadanía vital

en todos los campos de nuestro entorno.

En definitiva, ella nos envalentona y empodera, haciendo de la poesía el arma

precisa y concisa que dispare al centro de la diana con la capacidad de

transformar nuestra realidad, otorgando espacios de dialogo y encuentros para

conocernos más y mejor.

Querernos a nosotras antes de pretender que el amor forme parte de nuestras

vidas con los seres humanos que nos rodean.

Gracias Lluïsa por existir.