La niña colgante del columpio
Aquí llueve y hace frío
y el corazón se encoge
después de la dilatada sabana
del verano.
Un avión me ha traído a estas tierras nórdicas
con turbulencias letras y corrientes
que agitaron con tanta fuerza mi pesadumbre
que un roto trozo cable se ha desatado.
Una buena amiga ha perdido a su perro
y dicho así parece que el asunto no tiene alma
pero el amor hacia el prójimo
y el respeto de los que trabajan con sus manos
es lo más espiritual de la vida.
Nos entretenemos con variedades
y en la huida reconozco
mi huella rota sirena.
Cuando respetas a una persona
nunca escupes a sus hijos
los floreces con tus lianas y abalorios
como el que entrega un roto tierno pan
a un ciego.
Hoy mi amiga está muy afligida
y es tan grande su tristeza
que en esta avenida me ha llegado su llanto
y en Oslo una lluvia fina
ha desteñido las hortensias.
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