Galleta
Tengo el hígado hecho de galletas.
El corazón ya no tiene ascensor,
cobijo en esta torre.
Y las hormigas abanderan
un territorio ficticio de trances fantasmagóricos.
Busco el tulipán en el ojo del reflejo.
La luz que me sobra
como un vello malquerido en la piel,
para los que se crucifican
en el metro de los que sufren
heridas de bala.
Este río de lavanda no adormece
al que perdió su nariz en una apuesta de gallos.
Perfidia en los alimentos que consumimos.
Hierbas aromáticas
de traje con bolsillos embargos.
Tengo el hígado de galletas,
con el tarro sin tapa a merced del aire
que ablanda sobremanera
la dureza de los que resistimos
en campañas de tiro.
En mis manos las migajas para los insectos.
Un hígado endeble
que sustituye la verdad.
Un corazón ausente.
Y miles de hormigas dibujando flechas
hacia la puerta.
Comentarios
Publicar un comentario