Cambio de transmisión
Es extraña la manera
que el otoño tiende a disfrazarse
entre el gentío.
Su patente va copando en las marquesinas
y un silbido gélido
al despertar
deambula como un perro con sarna.
Yo, no quiero que el verano se extienda
hacia otros lares,
que su vaho intermitente
de sexo, confección de playas
y parabrisas de bochorno; abra sus manos.
Y me deje aquí
ante la sombra olmedo
de caravanas de coches presintiendo las lluvias.
De ángeles de oscuridad
porque el sol traficando
ha acabado muerto a balas,
en un callejón por el acuerdo cíclico
del estío.
Cerca del frío incipiente.
Cómo una cordillera
nacida en medio de la nada.
El otoño montado en un viejo Cadillac
con una guitarra sin cuerdas.
Hace cola en una sastrería.
Un abrigo no puede cambiar el abrazo.
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