Y no estás solo
Hermético a la vida como una cremallera
de traje.
Te vuelves pájaro.
Un ojo de legaña que irritado
huye con el humo coral.
Entonces, me echas de tu vértigo
y permanezco muda delante de una forma fronteriza.
Quisiera que el amanecer pertenezca a tu...
y manar la geografía de los cuerpos
en una extraña pila
que sane tu mente y el corazón
de un malherido convencimiento.
Recoger los cachorros
para mecer los miedos, y demostrar
que en tu abismo no estás solo.
Existe mi riego "fluctuador".
La parada del bus antes del desierto.
Una almendra sobre la lengua.
Existe.
Sí, y no estás solo.
Odilon Redon "Closed-Eyes" (1890)
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