The birds
Si Hitchcock hubiese sobrevivido a los pájaros,
mordaz, detrás de los cristales...
Caen los pájaros
ennegrecidos del humo,
y la vida se encoge de hombros
en los pocos años
que en la parte trasera del coche
observaban el transcurrir
sin ningún presentimiento de la virulencia de los átomos.
Podíamos crear ejércitos
de picos rompiendo lunas y cabinas
bajo la oleada de esos seres
que habitaban en las bodegas.
Un viernes se hartaron
y salieron al vuelo de los más endebles.
Así es el mar en la tempestad
o un avión cayendo desde un millón de briks de altura.
Los cuervos pintando de pluma
la carretera en una venganza a la soberbia.
Detrás de los cristales...
Rodeados de un estruendo
que convierte en una figura de cerumen.
Durante la noche bajo el toque de queda
y una cama coja.
Tengo miedo niño en un cuerpo adulto.
Los pájaros no duermen nunca.
Poema del desasosiego. Inventemos una nana para los pájaros, para los miedos. Y soñemos ese mundo de luz sin ellos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bonito, Julio.
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