Vicisitudes

Has pensado someter a la
cirugía plástica al poema.
Eliminar el quejido adiposo
en una gesta de leer mucho
Y escribir con moderación.
Pero tú no eres enemiga del adjetivo.

He conocido adjetivos
más humanos que personas
como la amistad leal que acompaña
siempre al nombre. Aunque su propósito
sea aumentar el volumen de las formas.
Henchir, embutir al verso árbol
de frutos "anestesistas".
Creo que un buen calificativo,
a veces, puede salvar la frase.
Porque no es lo mismo el sustantivo poeta
con malo y bueno. Cómo si del juicio final
se tratara y hubiese con urgencia intestinal
arrimarnos al cielo o al averno
de la hiPOcrESÍA.
Así que ante la puerta del quirófano
sostengo las lorzas como una asistenta
de la verdadera palabra.
Hay que llegar al hueso.
Someter a una reducción de estómago al manuscrito.
Imposible no pecar de gula.
Hay quien renuncia de su uso
y rezuma en un festín de adverbios.

El poema, me dijo el especialista,
tiene la dieta del "amor social"
y si no existe esta enmienda
llenaremos el mar de verborrea
plástica antes del exterminio.

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