Ricky Vikingo.
I
Rindo homenaje,
levanto la copa
por cada una de sus
conquistas,
cortadas por la misma guillotina.
Ya no sé si
éramos así,
o él,
nos ha convertido en compota
de Valquirias.
II
Recuerdo mi negación,
no deseaba
pertenecer a la sombra de su alón, no quería,
me enfurecía rabiosa,
chillaba entre las coles,
rompía vajillas,
pinté calaveras
por las calles sin alumbrado.
Recuerdo como a una hora,
que no consigo recordar cual,
decidí subir
a la nave.
¡Una más!
Qué lástima de intelecto,
tú que eres, dama de piedra,
del poder que sean ellos
los circuncidados.
Rindo homenaje,
levanto la copa
por cada una de sus
conquistas,
cortadas por la misma guillotina.
Ya no sé si
éramos así,
o él,
nos ha convertido en compota
de Valquirias.
II
Recuerdo mi negación,
no deseaba
pertenecer a la sombra de su alón, no quería,
me enfurecía rabiosa,
chillaba entre las coles,
rompía vajillas,
pinté calaveras
por las calles sin alumbrado.
Recuerdo como a una hora,
que no consigo recordar cual,
decidí subir
a la nave.
¡Una más!
Qué lástima de intelecto,
tú que eres, dama de piedra,
del poder que sean ellos
los circuncidados.
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