El reloj sin agujas.



Llegar tarde.
Salir tarde del trabajo,
tan tarde que el hijo
cuando amaneció 
veinte años tenía.
Llegué dos meses
después del entierro de mi padre
y ahora,
de que sirve arrepentida
la caza del reloj con una red de peluquera,
eso es, la cadena asalariada
que prisionera alarga la tarde.
Llegas tarde y encuentras una nota;
tu esposo se ha ido
a la vendimia, el papel descolorido
porque es tarde, arde, dear, estar de sala.
Tan tarde
de noche
que mi cama estaba vacía.
Lluïsa Lladó.

Comentarios

Entradas populares