Feliz cumpleaños Eloy.
Pensaba poner todos los cisnes a volar,
pero, a veces el carboncillo
tizna los ojos, Eloy, a puertas giratorias,
pasan los árboles de pie
paralelos a la Avenida de Valencia,
con más ramas, unos que otros,
pero allí, sin claudicar, a tus escenografías
cotidianas, maestro soñador,
amistad Almadar, ya de cestería y de botella membrillo,
capaces de llenar un par de almanaques.
Está tu luna omnipresente,
tus plantas nuevas con zapatos viejos,
el embrión manifiesto de un nuevo poemario
de versos con pan de pueblo,
de la sencillez estructurada a tu sombra piramidal.
Amigo, de fotos gaditanas
y hombre de la mujer hermosa de playas.
Ya son unos cuantos cumpleaños,
a la vera de este calidoscópico
ente, de hablar de política subarrendada,
de creer en el ser humano mutante
y sentir que nunca pasan los telediarios
por carreteras de Nebraska.
Feliz cumpleaños. Eloy.
pero, a veces el carboncillo
tizna los ojos, Eloy, a puertas giratorias,
pasan los árboles de pie
paralelos a la Avenida de Valencia,
con más ramas, unos que otros,
pero allí, sin claudicar, a tus escenografías
cotidianas, maestro soñador,
amistad Almadar, ya de cestería y de botella membrillo,
capaces de llenar un par de almanaques.
Está tu luna omnipresente,
tus plantas nuevas con zapatos viejos,
el embrión manifiesto de un nuevo poemario
de versos con pan de pueblo,
de la sencillez estructurada a tu sombra piramidal.
Amigo, de fotos gaditanas
y hombre de la mujer hermosa de playas.
Ya son unos cuantos cumpleaños,
a la vera de este calidoscópico
ente, de hablar de política subarrendada,
de creer en el ser humano mutante
y sentir que nunca pasan los telediarios
por carreteras de Nebraska.
Feliz cumpleaños. Eloy.
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