Bitácora de Madrid II
I
La música afrocubana me vence,
ni un hueso
que no se quebró ante su hermosura.
Danzar,
sobre zapatos pulmones.
Sonríe.
La vida es un braille.
II
Para Willian.
Ese hombre, de pretensiones clarinetes,
era una onza. Y apetitoso
quería saltar del trampolín
a la caverna.
Un pedazo perfectus
en un plato de loza blanca.
Cariño, no puedo...
Vuelve dentro de cien años.
La música afrocubana me vence,
ni un hueso
que no se quebró ante su hermosura.
Danzar,
sobre zapatos pulmones.
Sonríe.
La vida es un braille.
II
Para Willian.
Ese hombre, de pretensiones clarinetes,
era una onza. Y apetitoso
quería saltar del trampolín
a la caverna.
Un pedazo perfectus
en un plato de loza blanca.
Cariño, no puedo...
Vuelve dentro de cien años.
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