CERE-ZADE
Tal vez ese coche en llamas camino de Sagunto.
Fuese nuestra ceremonia funeraria.
La Osa Mayor de cometa en mis manos de reloj.
Y en la noche de otro silencio iracundo
cayó una fugaz,
fue un sueño deseo
desintegrándose
contra la atmósfera.
No,sin peticiones.
Sí,una sola,olvidar
el peso atómico
de tu nombre.
E incandescente con olor a carne quemada
salí del auto siniestrado
y te dejé con el cinturón
inseguro que tu boca vierta a cuneta perdida.
Se cumplió la profecia.
Se cumplió la profecia.
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