MEA CULPA
Un pitillo interminable
sujetan nuestros dedos,
pues,el sexo nunca fue nuestro mejor amigo.
Pero aquí estás junto a la lampara
y un ventanal con miras a un patio de colegio,
tumbado en un sofá
soporte de tórridas escenas.
Pero aquí estás con un recuerdo
de mi cuerpo desnudo
entre troncos y arcilla
callando lo evidente.
Porque el problema no fue el engaño
si no el perdón primero,
después de la traición lunar
vino la infidelidad
de una entera semana.
Y tú, Otelo de Celosía
que solo me amas a través de la rejilla metálica
callas
callas
callas
y perdonas.
Sábado despertaste a mi vera,
te di permiso de coto,
y apuntalado al abismo de una cama
me hablabas de la energía cuántica
y de la experiencia compartida
de tu última presa de Alcoy.
Y yo, Ofelia de piscina
callo
callo
callo
y ahogo.
Esta vez te ha dolido, lo sé
pero eres la bondad minimalista
de tener un león disecado en una quesera.
Y me quieres sin poder amarme.
Gracias amigo porque sabes que mis tripas cuelgan de un tendedero
y con la supura me guardas
para el próximo festín.
Eso es lo que tiene ser
la gata sobre el tejado de zinc.
sujetan nuestros dedos,
pues,el sexo nunca fue nuestro mejor amigo.
Pero aquí estás junto a la lampara
y un ventanal con miras a un patio de colegio,
tumbado en un sofá
soporte de tórridas escenas.
Pero aquí estás con un recuerdo
de mi cuerpo desnudo
entre troncos y arcilla
callando lo evidente.
Porque el problema no fue el engaño
si no el perdón primero,
después de la traición lunar
vino la infidelidad
de una entera semana.
Y tú, Otelo de Celosía
que solo me amas a través de la rejilla metálica
callas
callas
callas
y perdonas.
Sábado despertaste a mi vera,
te di permiso de coto,
y apuntalado al abismo de una cama
me hablabas de la energía cuántica
y de la experiencia compartida
de tu última presa de Alcoy.
Y yo, Ofelia de piscina
callo
callo
callo
y ahogo.
Esta vez te ha dolido, lo sé
pero eres la bondad minimalista
de tener un león disecado en una quesera.
Y me quieres sin poder amarme.
Gracias amigo porque sabes que mis tripas cuelgan de un tendedero
y con la supura me guardas
para el próximo festín.
Eso es lo que tiene ser
la gata sobre el tejado de zinc.
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