Apagón urbano

Cuando apagan las luces

y la palabra se vuelve zaina.

Cuando la puerta ejerce su gravedad

y tapona el oxígeno.

La ansiedad sobrevuela,

siempre,

sobrevuela

observando lúgubre

la costra.

Cuando ya no hay nadie en el sofá

y la televisión ha dejado de emitir

los canjes en fotogramas absurdos.

Y duelen las guerras.

Y abominable la lacra 

cierne la portabilidad

del que urge una tarifa plana.

Cuando internet no existe.

Ni alumbran las bombillas.

Tú, estás siempre a la vera

como un ángel animal de carne.

Sí, y ciegas la mirada a la hecatombe

de los que hemos muerto

varias veces en una película.

Libros aparte.

Transfusión necesaria de un pleito

con patitas de pulga.

Encendiendo bengalas

porteado a esta poeta de cruces.

Tú.

Trébol y amnistía de la pena.

Ll.Ll.

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