Pataleo
Tengo una pata mala
que habita díscola por el corral,
anarquista gobierna
mi cuerpo como un planeta independiente;
que con su propia órbita
rodea los muros y arrastra
el ancla de todos aquellos barcos
que a la deriva siguen aún
por vasos de whisky sumergidos
en el deshielo.
Qué diferencia de obstáculos
descubrir los vaivenes de las aceras,
como palabras mal conjugadas
con un verbo.
Las barandillas descubiertas
en los recibidores de los cines
de cada autobús que se convierte
en cumbres borrascosas.
Semejante a una carrera de libros.
Donde se multiplican y mi pierna
se ha puesto en cuarentena.
Con este lastre de dolor cervantino con zapatos.
Y esta ansia de mandarla a paseo.
Puesta de sol de un sector cárnico
que se ha cansado de luchar de pie.
Esta pata mala
que ha impuesto un árbol
sobre mi tórax.
Qué quiere quedarse contigo
y no andar más por el descalabro.
Debo resucitar mi espíritu.
Aunque duela.
Y dejar que camine lo que no quiere formar
sistema de nuestra avicultura.
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