Daños raboterales

La ropa del tendedero
emana el olor del cigarro de la vecina. Y últimamente fuma más de lo habitual
porque el suavizante de melocotón
se queda en un hueso reluciente
y la fragancia huele a estanco o
a una noche de discoteca escrita en la tela,
eso sí, sin bailes ni cubatas.

A veces creemos que un leve gesto
no produce una consecuencia.
Puede ser como el tabaquismo de ventana.
Que ante la prohibición
fuma igual que un extractor humano.
Sus problemas me generan un problema.
Su "smoking-break" de relax es "my war".

A veces creemos que un leve gesto
no produce una consecuencia.
La imagen de aquel divismo
que ni te mira cuando le hablas.
De la leche con el poso del cacao.
De un beso en medio de la lluvia.

Por eso leer no cae en balde.
Ni acariciar lo intangible.
Ni decir con el plato caliente en la mesa:
Qué te quiero.
Aunque el corazón huela a fritanga.
Y no distingamos lo que nos da la paz de la guerra.


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