Los momentos revividos.



Me gustaría que fuese franco,
y si malvive la posibilidad, de guardar en botes herméticos
los besos y el sonidos de las alas
de la risa campaña a través 
de las fracciones, en el espacio
como un collar de cuentas
que nos hizo dichosos, a pesar de las cicatrices
y de los transportes que descarrilan
una vez pasado el aire
por el pulmón perforado de las ruedas. 

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