La liberación de Sísifa.
La profecía del hombre
que sostiene la egregia piedra, y cae, y la remonta,
y cae, y cae, y la levanta,
y de nuevo la sube sobre sus hombros.
Carga prolija, del hombre
que es una mujer,
que gesta en su columna
una roca latente.
El agotamiento que se crece río,
y el bulto entre las carnes
del amasijo de metal en un desguace preñado
que expulsas
y vuelves a recolectar.
Mujer
que sostiene la egregia piedra, y cae, y la remonta,
y recae y la levanta.
Tú siempre en la acción
de ser tu propio peso.
que sostiene la egregia piedra, y cae, y la remonta,
y cae, y cae, y la levanta,
y de nuevo la sube sobre sus hombros.
Carga prolija, del hombre
que es una mujer,
que gesta en su columna
una roca latente.
El agotamiento que se crece río,
y el bulto entre las carnes
del amasijo de metal en un desguace preñado
que expulsas
y vuelves a recolectar.
Mujer
que sostiene la egregia piedra, y cae, y la remonta,
y recae y la levanta.
Tú siempre en la acción
de ser tu propio peso.
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