CHACK AND REBECCA.
Él le rascaba la cabeza,
la panza como una bandeja cóncava.
Ella reía convulsiva.
De la garganta una cascada de hojalata casquivana
y él siempre hierático
le acompañó con el palmeo de unas palabras.
Estás bien,atractiva con clase,
cuando quieres claro...
A veces te vuelves hippie
como un servidor , de Internet,
eres capaz de sacar una sudadera de la lavadora y ponértela,
lucir medias con bolilla o borra
y llevar descosidos y rotos.
Ella le interrumpió:
-Sabes...Esos dos libros son los hijos que nunca se concibieron.
Repicando el estribillo:
-No podemos ser amigos.
II
Las manos enrojecidas de tantas palmadas,
picaban con tiña
y continuó su seguidilla andaluza, anda lechuza,
eres la mujer más buena del mundo,
pero con un bolígrafo y una hoja de papel
te transformas en el monstruo.
Y das miedo.
Ella sacando su barra de labios
reafirmó un tono fresa más maduro de lo normal
y le besó en la frente, como a él le gustaba.
-Ved que no todas mis grafías son destructivas,
de la marca de un beso
leer se puede
el amor,la amistad
y por qué no, la muerte fragmentada de un instante.
Me visto informal y a destiempo
es mi mejor gala: de poema.
Y asiendo del escritorio sus armas de fuego,
le escribió estos versos
para revolver a casa.
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