Marcela he amado a este hombre
con los dedos cortados
en el contenedor Enterprise
buscado un recuerdo comestible
que vorágine me llene de él.
Pero con mi caña
revuelvo las bolsas
y en el hueco de una manzana
sólo una receta de farmacia
y un anillo de fontanero
como casorio de esta nave.
Maria mi anatomía es de aire,
me nace una mujer de tanto en tanto
que quiere llevar otro cuerpo a la cama.
Luego se esfuma,
y solo estoy yo y un hueco enorme,
con la forma de mi hombre.
Yo tomo la distancia entre los pies,
mis manos se arrastran como pezuñas a gatas,
sobre cada huella,
y me rompen,
me rompen en finas laminas
con mi rostro y el suyo,
en los retrasos de una mañana
a lo lejos
Acaso no has visto mi espalda arañada por su sorna,
la ironía de arrancar alas de mosca
en vez de pétalos
cómo en un tarot evolutivo
dando respuesta a que él cada día
apaga una bombilla de camino a la oscuridad.
Yo no tengo espaldas Maria,
pero mi cintura es un circo
para sus manos eléctricas,
mi boca una bandera
en la frontera de algún libro.
Sabes lo que se siente
Sí ,he bebido de ello,
y la locura se ha enquistado en cada fruto
con forma de letra-pico,
pero en mi copa sólo hay ardillas disecadas
sin ojos que acabaran siendo la estola
de una madura adinerada nuez.
Sabes de mis manos nacen brochas blancas
pero él reniega del cosmos,
y en su tormento no cabe ni un ápice
de clemencia.
Yo sólo quiero alguna noche morar un infierno que engendre mis cenizas y los de él en la misma amnesia.
María yo en cambio
solo busco fecundar un cielo,
que albergue mis huesos
y los de él,
con las mismas nubes..
Letras preciosas y a la vez desconcertantes, aunque rebosantes de plástica belleza.
ResponderEliminarMe han gustado.
( Con tu permiso )...Seguiré leyéndote...
Saludos.
Gracias JotaJota.
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