Experimental
Te han bajado la dosis con la esperanza
de que los tulipanes nazcan en tu boca,
pero impávida observas el temblor minúsculo
que hormiga aterriza entre tus manos.
Gestos dramáticos de la cabeza
que ahuyentan los fantasmas de las rendijas
en el sentimiento ruin de un cuello despecho.
Tu voz, chirrión, goma elástica, timbre
de una casa desertor
que se cierra al dique de la catarata
de un fin estruendoso,
en la sequía más mordaz
de notar la cuerda en el ahorco trajín
de los enfermos.
Colección de Shein de vestidos cóncavos,
libros flotantes en el buque insignia
de la existencia.
La dosis que mengua a la luna,
que avasalla el jardín de mi garganta.
Tal vez, el peor precio de este reino
con diezmos, sin duda, es la demencia
de unos ojos estrábicos,
de una tez magulladura de amianto,
y este solar de ratas, que devora por dentro
como la bodega de un navío
lejos de todo y otros.
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