Tundra

Este diapasón que ruge,

invitación a la nada

en recomendación insomne.


Te miro ataviado con la tristeza 

de nenúfares escondidos.

Rata de mi deseo más oculto.

La rendición de Roma 

en su episodio centenario

de estos ojos que te veneran 

igual que un incendio gigante

en la envergadura de comer a bocados 

todo el eco. Fagocitosis.

Alimento obsceno de ver 

este cuerpo a tientas del tuyo 

en espera de la caricia aérea.

Un perro de agasajo

en un río con la piedra atada a una cuerda

con la maldita fe

de flotar.



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