Los ciclos

Los ciclistas matutinos.

Por la mañana los ciclistas copan la carretera (de los patinetes versaré en otra jornada).

Y los hay de distintos linajes.

Los kamikazes, por ejemplo, circulan igual que un camión container

y se atreven a desafiar la ley

de la gravedad. No sé si la película Matrix

caló enormemente en sus sesos.

Pero adelantan a pedales

hileras de tráilers y coches grúa

cómo si el fin del mundo no existiese.

E impasible reconozco

que el ego y la autoestima bicicleta

producen el asombro de todos los que flipados

les esquivamos.

Luego, están los temerosos ciclistas del cielo.

Ladean su trayectoria

formando una cadencia de eses 

y precavidos se inspiran en Robocop.

Casco, luces varias, rodilleras, chaleco verde pistacho y un refrito de útiles van colmando

su silueta de pajarito.

También, en ruta resultan un peligro.

Pues, su temblor 

en medio de la calzada

hace que un terremoto parezca un tic.

La verdad, tan circular muestrario,

uno más que conducir de frente 

va de lado.

Los ciclistas vespertinos.

Haga viento.

O haga sol.



Comentarios

Entradas populares