Desde el punto que no es

Sigue esta tristeza membrana,

viscosidad

de fruta en la acequia.

Quiero animarme

mirando el azul de los ángulos.

Me cierro en banda equilibrista

para hacer la magia

de que la sonrisa 

se vuelva marioneta.

Supongo, que el duelo ha llegado ahora.

Con la alergias de la procesionaria.

Y esta apatía de brick de leche.

Yo no puedo hacer nada.

No puedes obligar al viento 

a ser caudal. Pero, el agua 

elocubra lo contrario.

Ella se transforma en gas.

Y qué memez más azulina y gris.

La tristeza llueve dentro del frigorífico.

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