Ocre cansancio

Entre el desmoronamiento.
Y la fe.
Le han subido la dosis este lunes.

Con los párpados que parecen
de tela de Damasco.
Y en el sofá, la fatiga crónica
se ha sentado para ver la televisión
con nosotros.

No sé que aligerar
para traer la primavera a sus ojos.

Invento viajes.
Excursiones al monte.

Verborrea para animar
y llenar de azules su paisaje.

Ojalá pudiera arrancarme el corazón
y darle mi espíritu de la batalla
en el intercambio.

Ojalá. Y meter fondo el órgano.
Para que la apatía
no le venza. Y salir héroe
de esta puta guerra.

Pero su voz me dice:

-No me encuentro muy bien.

Y yo me arrancaría el corazón mil veces rompiendo el tórax
con una cuchara de plata.


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