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No existe mayor pesar
que las camas separadas,
la carne partida,
el beso que nunca besa
porque la piel y la boca
no se sabe por dónde transcurren.
Camas separadas, y cuerpos enteros,
y el interrogatorio a los pasos
necesarios para arrimar la sábana.
De olfato soy líder
porque en otra vida fui gata
y él cava un agujero
entre su corazón y el mío,
tétrico mensaje,
anilla mal puesta,
verde tirando a ocre,
en camas separadas
por muros, aceras, andamios y perros.
Segadora de fe.
Dormidos en separación camastro
y yo en la penumbra
el vómito me ahoga
de volver a ser una rana
con derecho de devolución.
Me duele. Duele.
Atravesar la noche.
Y qué en tu cama no quepa ni un sueño.
que las camas separadas,
la carne partida,
el beso que nunca besa
porque la piel y la boca
no se sabe por dónde transcurren.
Camas separadas, y cuerpos enteros,
y el interrogatorio a los pasos
necesarios para arrimar la sábana.
De olfato soy líder
porque en otra vida fui gata
y él cava un agujero
entre su corazón y el mío,
tétrico mensaje,
anilla mal puesta,
verde tirando a ocre,
en camas separadas
por muros, aceras, andamios y perros.
Segadora de fe.
Dormidos en separación camastro
y yo en la penumbra
el vómito me ahoga
de volver a ser una rana
con derecho de devolución.
Me duele. Duele.
Atravesar la noche.
Y qué en tu cama no quepa ni un sueño.
Cuando hay tantas cosas que nos separan, poco importa la medida de las camas.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias José Manuel, un abrazo.
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