Suero

En la sala de urgencias
se acumulan niños que son niños,
rostros que desconocen
la política.

La máquina de refrescos
cuenta moneda a moneda,
las vacunas
y un triste libro
de orejas, azul burro,
con más-caras de niños
ataviados con toallas,
fiebres que dibujan monstruos
en el monte quirófano
con padres hechos de granizo
delante de la estufa de un turno.

Estrella, y todo el mundo
en su aritmética diagnóstica,
vomita la palabra:
Incubación.
De cerebros quemados
en una brecha el celador
da la mano al meñique
anidado a la enfermera
compartiendo camisa
con el anestesista
en una vinculante dinamita
que les glorifica en llama.

La línea laboral
a excesos de horas,
a contratos incineradora,
a cambios de hospitales.

Ellos son la cuerda incendiada
que termina, terminal.
En bomba.

Y tú, Estrella,
que culpa tienes del sistema
y los recortes sanitarios.

Sólo entiendes del lenguaje
rosa de tus muñecos.

Del olor de tus padres.
Una bomba, a punto de explotar.

Mientras duermes
otra noche en la U.C.I.


,.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reseña de "Hasta dónde el daño" de Fer Gutiérrez

Reseña "Piscina del Oeste" de Ágata Navalón

RESEÑA "BLANCO ROTO" by AMELIA SERRALLER