EXPERIMENTOS
Me permitirás
que sea toca pelotas (perdón) recoge pelotas
de tus múltiples saques
de raqueta.
II
Por aluvión.
Del sodio al odio
sólo hay una "ese" sibilina,
serpentina
que repta hacia el olvido.
III
Qué era lo que se buscaba
el Dorado o la Dorada alada
envuelta con argenta,
fue mi festín, aunque odie ese término,
lo encuentro carnívoro y medievo
por naturaleza suena a sacrificio,
a hienas hambrientas
y una pobre gacela.
IV
Y ahora el Lodopoderoso
se pone a hablar
de Lot.
Quién sabe lo que esa mujer
sintió para que tornara su cabeza,
quién sabe si prefirió el infierno perenne de una estatua
que vivir esposada
con un hombre que no la amaba.
V
Qué le dijo la gallineja al gallo:
Cococococo
cococococo
cococococo
cocococooco
cococoRAZÓN.
VI
Mi psicoanalista me ha recomendado
que escriba cien veces,
ya no te amo
ya no te amo
ya no te amo,
56,...,
59,...,
72,...,
no te amo (estoy ya fatigada)
79,...,
87,...,
88,...,
90,...,
no te amo,
99,...,
te amo.
VII
Ella es la mujer cuchilla
chilla
chilla
chilla
chilla
c h i l l a.
VIII
Claro,
por supuesto,
en fin,
ya,
no sé,
puede,
tal vez,
si,
creo,
nunca,
por qué,
ni hablar,
regularmente
olvidar
te.
que sea toca pelotas (perdón) recoge pelotas
de tus múltiples saques
de raqueta.
II
Por aluvión.
Del sodio al odio
sólo hay una "ese" sibilina,
serpentina
que repta hacia el olvido.
III
Qué era lo que se buscaba
el Dorado o la Dorada alada
envuelta con argenta,
fue mi festín, aunque odie ese término,
lo encuentro carnívoro y medievo
por naturaleza suena a sacrificio,
a hienas hambrientas
y una pobre gacela.
IV
Y ahora el Lodopoderoso
se pone a hablar
de Lot.
Quién sabe lo que esa mujer
sintió para que tornara su cabeza,
quién sabe si prefirió el infierno perenne de una estatua
que vivir esposada
con un hombre que no la amaba.
V
Qué le dijo la gallineja al gallo:
Cococococo
cococococo
cococococo
cocococooco
cococoRAZÓN.
VI
Mi psicoanalista me ha recomendado
que escriba cien veces,
ya no te amo
ya no te amo
ya no te amo,
56,...,
59,...,
72,...,
no te amo (estoy ya fatigada)
79,...,
87,...,
88,...,
90,...,
no te amo,
99,...,
te amo.
VII
Ella es la mujer cuchilla
chilla
chilla
chilla
chilla
c h i l l a.
VIII
Claro,
por supuesto,
en fin,
ya,
no sé,
puede,
tal vez,
si,
creo,
nunca,
por qué,
ni hablar,
regularmente
olvidar
te.
El que la recoge la toca,
ResponderEliminarosa sosa a Ana sana,
festín de palabras tu poema,
Lot y Orfeo son heroes, eligieron.
Razones de la gallina que el gallo...
¿Cómo se dice la que hace cien? la...
El es el hombre altaVOZ
y adiós.
Oh Julito Chés has hecho una réplica. Gracias
ResponderEliminarBravo Lluïsa por tus versos funambulescos, los 3 últimos (VI al VIII) expresan subjetivamente el deseo a través de la deconstrucción agridulce del lenguaje
ResponderEliminarGracias eres demasiado amable conmigo. Son juegos...
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