TREN DE CERCANÍAS.

la mudanza se inició
cuando percaté
que era feliz
sin tu presencia.

Un baile de máscaras
donde los muebles
se disfrazaban con sábanas
y las cosas
carnavaleaban
en cajas de cartón
y plásticos.

las caretas
vieron
como la vida
fue una vivienda
vestida
de recuerdo.

Y los dos
con una cortina veneciana
a los hombros
viendo arañas
en el techo suspendidas.

Iniciamos un cambio.

Ahí quedó
la maleta de un hogar
lleno de aire:
respiración,
jadeos
y bostezo.

Y tus ojos
en medio
de Río de Janeiro
se despidieron
sellados.

Te dije:

-¿Marchas conmigo?

Y volvió mi pulgar
a la autopista
en busca de otro coche-viaje.

Una flauta,
un perro mestizo
y el corazón
en una roulot  de enseres.

Con tu presencia
fui feliz
lo suficiente
para iniciar
la muda.

Gracias compañero,
tren de mercancías.




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