Re-sol
El sol atrinchera un letargo
y en la estación de servicio
los hombres esperan a las furgonetas.
La mayoría son extranjeros
y no visten los uniformes adecuados
para el menester
de una edificación.
¿Te imaginas construir la estatua de la libertad
en chanclas?,
¿tú consideras que un vaquero,
con este sofoco de estio,
protegerá al operario del estilete?
En grupos dispersos y los nuevos
observando detrás de un arbusto,
porque existen rangos de veteranía
y zulos con ruedas para los que cada amanecer
buscan el pan de molde
con el azar del cacique.
Los elegidos.
La selección de conductores
con camisas planchas
que tienen el caldo de un llavero.
Los he visto cuando he ido a repostar
con los ojos rebosantes de incertidumbre,
y he sentido una tristeza de esclavos
al denostar que la mano de obra
sigue siendo un beneficio
ante el descaro de los que se aprovechan
del estómago ajeno.
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