Deseo
Tienes la medida oportuna
para calmar al oso de hielo
que bucea por mi sangre.
Termostato de agua dulce
empapado del fragor que ingiere
mi nariz con puente.
Calor de ojos y de hornillo
en sintonía anudando mi cuerpo
a tu encaje,
como si fuera un vestido de fiesta
después de la plancha
y del almidón en copos.
Fuego frente a la letanía de este azúcar
petrificado. Aire de leña y perdiz en escabeche.
Sentir la vida cuando tus cuerdas me atrapan
aunque sean en un vulgar minuto,
en el segundo premio para los que
colgados de su esqueleto
buscan al cuco detrás de la alameda.
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