Pacto entre caballeros
Deseo darte la gracias
por compartir el frío, de aligerar el peso
de esta pandemia marejada.
Gracias porque has sido mi sombra y yo tu cayado.
Y yo tu reflejo y tú, mi flexo.
Porque me has resguardado de las noticias,
de los índices y los sarpullidos.
Porque te he velado desde el ángulo
del mueble
que da a la cocina y a la sala.
En la papiroflexia de la vida
del que es débil los lunes y los miércoles.
Y fuerte los festivos.
Por el transcurrir navideño
mojando pan con aceite. Y bebiendo del mismo vaso.
Somos convivientes de inconvenientes.
De atrasar el reloj a mi locura
para no huir corriendo igual que una mujer en un cuadro de Goya.
De adelantar tu sueño con una sonrisa
de dedal y una comisura en el retrovisor.
Gracias florecidas en la guantera durante el camino al trabajo.
Gracias del mercurio solícito para que nunca llegara a la cima.
Del estofado caliente.
De que leas libros en voz alta
para ocultar el ruido de la noche.
Por estar ahí como un pájaro bajo la nieve.
Por estar aquí, contigo, conmigo, añorando
el sur-la isla.
Como dos niños que llaman a su madre en la tormenta.
Return to inocence de Alexandr Milov.
Es extraño tanto silencio. ¿Va todo bien?
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido Julio, como bien dice mi querida amiga y poeta María Luisa Mora Alameda, Musa ha venido a casa. Estoy escribiendo un poemario, vino de repente una fuerza inaudita y empecé a escribirlo. Por eso no he publicado nada desde hace días. Tomaré nota y escribiré un poema para el blog. Todo bien, Julio, un abrazo y gracias por preocuparte por mi persona.
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