Las fuentes de Versalles

Hay mañanas que amanezco Bukowski.
Con una sobredosis
de zumos con azúcar
y la habitación impregnada
de olor a comida china.
Con la masculina tregua
de los puntos cardinales
y el pájaro azul.
Un pájaro azul que ha recibido
el impacto rojo de una gota
que ha cambiado su color a morada.
Qué curioso, morada significa casa.
Un castillo, un iglú, un carromato
pueden desempeñar dicha función.
Tal vez sea, este pájaro violeta,
una flor casa.
Y sea yo mi mejor chasis.
En una habitación de motel.
A 400 kilómetros de una hamburguesería.
Con un norte y con un sur.
Si éste o éste.
Azul roji-paloma.
Y en un vaso de tubo melocotón "free"
y olor a comida china.
El insomnio duerme conmigo.
Y en su pico no lleva ninguna carta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reseña de "Hasta dónde el daño" de Fer Gutiérrez

Reseña "Piscina del Oeste" de Ágata Navalón

RESEÑA "BLANCO ROTO" by AMELIA SERRALLER