Botellas de wiski, flanes y confituras.
El día pasa y la uva acontece,
en el dispensador de la vida.
Pasillos alineados en el Mercadona,
con ofertas entre las cámaras del frío:
la alineación de los productos
en la fugacidad mundana
de evitar la mezcla, a toda costa.
La piña tropical (haciendo el pino)
ha pasado de moda, ahora,
la tecnología vende el amor más rápido
en envase para el microondas,
y poco queda del misterio de las películas.
No olvides comprar arándanos
y observa, con nostalgia, las ensaimadas.
Elige del obrador el pan horneado
y reniega de la bollería industrial.
Los amores auténticos
están en la sección de los añejos,
cerca del cristal, que protege del hurto;
adheridos a una estrafalaria alarma de plástico,
tan bien precintada,
que su dueña escucha la imposibilidad
de un corazón de contrabando.
(Obra de Anna Weyant)
Comentarios
Publicar un comentario