Reseña literaria de Las voluntades de Enna Villarroya Martínez
El poemario Las voluntades (Huerga & Fierro), de la poeta Enna Villarroya Martínez, ganadora del LIV Premio Pastora Marcela de Campo de Criptana 2024, irrumpe en la escena poética contemporánea con una propuesta radical y profundamente íntima. La autora, profesora y filóloga inglesa residente en Sagunto, despliega un lenguaje frenético en el que onomatopeyas y las tachaduras construyen un juego de dobles lecturas, diseccionando la distancia entre lo que se dice y lo que realmente se piensa.
Villarroya firma un manifiesto poético en el que la individualidad se impone sobre las obligaciones que constriñen la dicha personal. En su universo lírico, el Yo se alza desafiante frente a la estructura impuesta de una sociedad alineada, reivindicando la necesidad de preservarse ante la vorágine existencial. La autora se apoya en la máxima de Heráclito: "Nadie puede bañarse dos veces en el mismo río", para recordarnos que el cambio es la única constante, a veces convertido en crisis, otras en oportunidad de renacimiento frente a la proliferación de gurús y técnicas de relajación que, en nimiedades, obtienen la espiritualidad.
El poemario se inscribe en un contexto de pandemia en el que la reclusión por el confinamiento se erige en excusa para un retiro vital, un espacio donde la creación de un microcosmos personal compite con la inercia de un mundo que arrastra. La poeta encuentra en lo cotidiano—la familia, los pequeños placeres, el reencuentro con uno mismo—un refugio ante el caos de una sociedad en constante colapso. Sus versos son una paradoja: si la destrucción parece inevitable, la única cordura posible es aferrarse a aquello que nos hace felices.
La estructura del libro se divide en cuatro partes en que el bien y el mal se agrupan, en el mismo modo que compiten, en el discernimiento y la voluntad humana, la duda y la declinación. Poemas largos, con una fuerte carga escenográfica de rutinas, invitan a una doble lectura entre las imposiciones externas y la sencillez esencial del alma. Villarroya dinamita los estándares de la cultura poética para revelar las hemorragias existenciales de las que todos somos víctimas y verdugos. Con una voz que desafía la calma y un lenguaje que se desliza entre la fuerza del pensamiento filosófico y la crudeza del presente, La voluntad se inscribe como un testimonio generacional, una obra que interpela, sacude y deja una advertencia en el lector, exaltando el anonimato frente a la codicia, de aquellas figuras que permanecen ocultas en la memoria desde las de ámbito familiar y cercano, hasta las de habitantes ricos en matices humanos de superación, exentos de fama y boato. La debilidad nutre a este Yo imperecedero que solicita la desconexión, en una vía comunicativa entre las personas más real y menos tecnológica, que crea conflictos internos.
Un
libro que recomiendo por su voz peculiar y una crítica constructiva que invita
a sopesar lo que ocurre en nuestra cotidianidad vacía frente a la fugacidad astronómica.
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