Mentiras las justas
Este desparejo de calcetines, el hastío vástago de echar agua al hornillo. Tú puedes aligerar el egoísmo con la solubilidad de la sal en mis ojos. Tu puño contra la mesa y el engaño del mosquito hacia la cortina. La exigencia del lamentable, de la plañidera en forma de jazmín en la tapia. El requerimiento de tu mensaje internauta solicitando la control ayuda. Esta corrosiva manera de ahuyentar mi felicidad, de la boca tapiada por los pétalos, la mentira del vuelo. Tú que has caído como un ángel borracho y te has partido la crisma contra una persona. La culebra de pelo rizado que quiere comer sin dar mordisco. En exhibición pública de una plaga de leyenda. Ella que dormía entre nosotros, que roncaba extenuada con su fósil y su amianto. La que pone cara de vida cuando habla de la muerte y nunca ha reconocido que jamás él se curará del apego con la pájara que tiene dientes. Cuando la vi en esa fotografía, con ojos: dilataciones del éxtasis comprendí que se hab...