Evidencias traumáticas

Evito el manual de instrucciones
porque la calderilla no sirve
para que ruede la máquina.
En el desahogo.
Escribo con la reserva, con el descaro.
No hago balances
ni plancho la palabra cien veces.
El título de jardinero
lo perdí en una apuesta de gallos
y podo con la exactitud
del ostracismo.
Así que mi verso es libre.
Libre de todas las consecuencias.
Impura domino nada con ron altero
cada ruido, poso y radiografía.
El amor representado con la espera
en la cola de Inditex
un día de Black Friday no me convence,
prefiero, el sentimiento de la agonía poética
una gélida noche sin ángeles
con un chico repartiendo las endorfinas
del parado de larga duración.

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