HABER Y NO HABER
HABER Y NO HABER
En Praga los
árboles por la tarde tienen un matiz azul que imita al canto del pájaro.
Supongo, que estar
borracho sobre mi propia orina, con el miembro flácido y la boca con halitosis de
estómago de desertor trae al cerebro recuerdos fugaces, combinados con el
estado resacoso de un cuarentón en
crisis.
Siempre había
deseado casarme con una rica, para que sufragara mi vida bohemia y mi necesidad
adictiva de vivir del cuento, en una pose pseudorromántica, que algunos seres etiquetaban
de vaguería zarrapastrosa.
Vivir del
cuento, es otra forma de literatura.
Haber encontrado,
a través de un falso amor, el mecenazgo hubiese
sido el anhelo más superlativo que un tío (que ejerce de poeta para ligar) con
el culo húmedo y las pelotas mojadas, no puede dejar de desear.
Por eso Praga aparecía soberana en mis
alucinaciones, después de la última correría de fulanas que querían cobrar
antes del último asalto lingüístico.
Praga, la
ciudad tiznada de tonos fríos y una arboleda para pasear perros de raza e ideal
para que un artista de mi valía escribiera la novela poética póstuma de un hombre
que se convierte en una cucaracha o quizás en una poetisa de rentas.
Lluïsa Lladó.
#hombresyalgunasmujeres
#hombresyalgunasmujeres
Un tipo curioso. No muy ejemplar y algo extravagante. ¿Nos contarás más cosas de él?
ResponderEliminarUn abrazo Lluïsa.
No creo, todo el mundo sabe su final. Aunque nunca se sabe...Gracias Julio.
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