La disparidad del mobiliario.

El sillón orejero.

De brazos desgastados.

Sostenido por cuatro patas de mariposa,
aguarda el asentamiento de la colombofilia
en busca de las migas del pan
entre sus cojines azules.

El sillón impaciente.

-No,cariño.
 Aún no ha llegado la _ora de sentarse.

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