ADICCIÓN POEMARIA
Siempre amé
de un modo nocivo,
era
pura
cola
de zapatero.
Pringaba
objetos
y quedaba
adherido
el todo
de las cosas.
Avisos,
en los cristales,
y paradas
qué quién osara,
cometía
la cadena perpetua
de la locura.
II
Viajar conmigo
nunca fue
fácil.
III
Los bordes
oxidados
y el tétanos
el perfil
de mis besos.
Mudo de piel anaconda
y quemo
siempre los rastrojos
en cada
poema,
la adrenalina
corona la cima
y ansias
de letra
y signo de interrogación
son caminos
con baches
y jaulas
abiertas
para que los pájaros
aniden
en las hélices.
IV
Resina
del árbol
que produce
ceguera,
parálisis
y muerte.
V
Chicle
entre
dos páginas
en blanco
en estado
catalítico
de una copa
que no para
de virar
contra
el sentido
de la rotación
planetaria.
VI
Un día
me dijiste:
-Tú eres un pez
y yo, una rana
y por mucho
que se quieran
ese amor
nunca será
compatible.
de un modo nocivo,
era
pura
cola
de zapatero.
Pringaba
objetos
y quedaba
adherido
el todo
de las cosas.
Avisos,
en los cristales,
y paradas
qué quién osara,
cometía
la cadena perpetua
de la locura.
II
Viajar conmigo
nunca fue
fácil.
III
Los bordes
oxidados
y el tétanos
el perfil
de mis besos.
Mudo de piel anaconda
y quemo
siempre los rastrojos
en cada
poema,
la adrenalina
corona la cima
y ansias
de letra
y signo de interrogación
son caminos
con baches
y jaulas
abiertas
para que los pájaros
aniden
en las hélices.
IV
Resina
del árbol
que produce
ceguera,
parálisis
y muerte.
V
Chicle
entre
dos páginas
en blanco
en estado
catalítico
de una copa
que no para
de virar
contra
el sentido
de la rotación
planetaria.
VI
Un día
me dijiste:
-Tú eres un pez
y yo, una rana
y por mucho
que se quieran
ese amor
nunca será
compatible.
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