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Mostrando entradas de noviembre, 2015

Quierotosis.

Si levanto el flequillo descarado aparece  un ogro que mira desde su púlpito, él, crápula de vida, anhela tomar el mando del castillo cutáneo. No es tímido, es atleta que crece silencioso en disciplina. Si lo ignoro, clama  un mal agudo y el maquillaje lo ahoga. Esta lesión que compite con mi tez, sabe que ahora no tengo tiempo para morirme, y por ello, ha escogido un formato ilusorio. Dos crioterapias y una operación con láser que permitieron descubrir el olor de la carne frita no han sido suficiente para extraer esta seta venenosa que adherida a mi corteza de conífera, peca corrupta, eje de moho, sal de putas, que me mata topo a topo, lenta tipografía muda, como el lamido de la noche al día. Ya has llegado al hueso. ¿qué quieres de mí? ¿Acaso eres un amor imposible, que estira su mano Romeo y quiere abrir regata en esta tierra de mujer? Eres un tercer ojo, en la línea horizontal de mis cejas, sabes, tus células son extrañas al palpito de m...

Los elegidos van a la arena.

Cuando era niña pasé el calvario, no porque fuese a un colegio de hábito, sino por mi manera de asir el lapicero, que era, considerada una anarquía a tantos siglos  de ignorancia. Lo prendía como un garrote, y sin embargo, mi caligrafía "pluscuamperfecta" coronaba al milímetro las cuartillas.  Dos imágenes de lo bueno y lo malo, expuesta propaganda extremista de la corrección y del revolucionario. Supongo que decir mierda en un poema no es correcto, no es viscosa la palabra, es simplemente unas vocales o consonantes que reorganizadas en sindicatos toman la forma de una geografía: Mérida. Benditos apóstoles que nos enseñan la duplicidad. Escribía con una maestría inaudita, pero, no cogía bien el útil. Condenada a transcribir en lápiz, el bolígrafo se inventó para los sumisos de origen. La sarna, y las broncas del estilo de esta niña con pose de hija del diablo, no sabe hacer las cosas como el resto, rara, extraña, peculiar, limitada, ex...

17 años sin Gloria Fuertes.

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Gloria Fuertes.       ANTES. Antes intenté iniciarte en esto de liberarte de lo otro. Quise imponerte un sonajero, darte poder para atraer a los espíritus, centrarte dentro de mí. -¡No me des consejos! -gritabas fuera de ti-. Ahora, podría encerrarte en el tarro, hacerte mi robot, jugar contigo... Tienes suerte nací <antivenganza> y tan sólo te borro de mi escuela.

Murfiélago.

Sorbo un café aguafuerte buscando dentro del satélite ocular aquellos recuerdos de aquella mordedura que en este noviembre de uñero por un desagüe de memoria se filtra hasta con el último trago. Si ilustrando en un papel un riñón pudiera recuperar el órgano. Y pintar el camino a la artería que cuelga como un pañuelo de niña en la alambrada cerca de los bordes del río. La cañada que parecía un paraguas sin membrana, los imposibles, en esta tarea de tamizar la líquida perplejidad por el embudo. Gustó la trampa para acondicionar  y el alacrán me besó en la frente; tengo miedo de lágrimas, no sé lo que acontece detrás de circunvalar la plaza con mis dedos, gusanos de mar sobre la espalda desierta,  la edificación de pirámides que adora cada uno de sus topos. Y quedo, como siempre, atrapada a la "incorrespondecia", ensayada misiva delante del espejo el expresar que ya no existe la esperanza  de que tú y yo seamos, velódromo, circo, concurso, somb...

Bonita.

Quiero hablar en este instante que no tengo día. De los dibujos que desde el estómago nadaban hasta la superficie en forma de grito. De aquellos garabatos rompiendo el oleaje la asfixia hasta el borde mismo de la boca lamiendo prados de flor bonita bonita bonita vo mi ta. De qué  sirve la sutileza del puñal con anillo, el morado de la cara tasación de una mujer cerámica. Eleva el mentón como el humo de tu casa incendiada quiero hablarte en este instante que no tengo día. De los campos de pajarillos, amapolas y colchones abandonados. De ellos, la hebra de la rama, la piedra  de la rama de la hebra. La suciedad de la hebra en la rama con piedra. ¿Ya no tenemos más días? Por eso con un pié vestido sin creer en el cuento de los jarrones de que hay que tragar la espiga porque detrás de las leyes de pega, no tenemos día, ni viene un apuesto dirigente a ponernos el zapato que nos falta. Mejor nos quitamos e...

El poema de los átomos - Bab´ Aziz

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Lástima y aprendizaje, el perdón.

Nacimos desnudos desconocedores de la verdad sin bandera alguna ni mano que ocultase nuestras vergüenzas. Algunos habitan en una dimensión distinta y se atreven a hacer de un corazón que late con palabras a los oídos, una parodia de tarde sabática entre cervezas. Nacemos como morimos sin conocimiento en el último pétalo, y el poeta que fue juglar en su arrancada se ceba porque canta y no es cantante, se queja y no es mueble, se enmaraña con la injusticia y la política lo persigue con mudas de la inestabilidad. Ponte en mi lugar, de pié, delante de este micro, llena la página de ariales, intenta coordinar esta ideología. Los dioses nunca se sientan, basan su alas en el respeto al carpintero que poda el árbol; al enfermero que cura la venda entre la piel y la semilla. De la postura yoga que quizá, para otro sea una pose fácil de ejecutar. Soy una niña con frío cuando recito mi poema para vosotros, y mi voz histriónica crece como un lago para call...

Turquesas.

Las tardes de domingo son ítalas con la melancolía de la pasta fresca escoltada por una copa de vino. Con este repentino cambio de temperatura donde las madres cobijan a los niños, con mantas de regalo y cruza la acera, la ventisca que procede del pecho de las amas de casa con los abanicos de bodas para invitados. Extraño la amistad italiana, y así lo expreso café con el té de frutos de cortezas y las viandas que viajaban dentro de maletas destino Iberia. Parece que fue ayer. No puedo evitar Moira llorar. Sabes que del mar siempre me quedé el de costa donde la lágrima es caldo y viven menos peces. Tú, en cambio, rotunda me salvabas de tantas interferencias, del miedo, del estómago vacío, del tren olvidado o el avión dispuesto. Así son los amigos mantas sobre las articulaciones reproches en  la solapa y la magia de una vida que siempre me aleja de los que más quiero. Ti voglio bene. Ti voglio bene. Ti voglio bene. Grazie. Per tutta la vi...

Carta desde los disturbios.

De escuela militar procedemos donde el somier carecía de colchón, y el aprendizaje cáscara de cuerpos infantiles sobre alambre (creed  amigor mío) dejó marcas romboides dentro del corazón y el músculo trapecio. El dolor nos enseñó que las espuelas eran estrellas y que el abandono era un juego al que debíamos estar habituados. Y ahora, que he comprendido el idioma del naufrago, que he descifrado la oreja de burro del librepensamiento, y he visto el ego volando de la mano del libro como un zepelín germano anunciando desastre. Amigor coge la mano fuerte antes de que caiga al abismo de los agujeros de estas paredes, aprieta la cuerda y dibuja con tu yema sol las marcas de aquellas parrillas que quemaron la inocencia. Salva a esta polichinela borrando la lágrima tatuada de henna , sana gansa cuentista de animal de feria hecha sólo para los domingos. Ahora que he entendido, en este jeroglífico de mañana, el significado de vivir el fragmento sólo te solici...

Acuarelas.

I No hay mayor dicha que saberte a mi lado en la presencia que crece en forma de tisana purgante de estos días más que neón fueron tizna de separación y guerra. II No me cuentes que has hecho. Ni cuantas flores has deshojado, mi almendra siempre fue tuya. III Sin calzoncillos me das la bienvenida y ya sabes que en esta lujuria lejos de menguar la luna crece extraviando las bragas con facilidad. IV He recitado un poema para una persona y perdiendo he ganado. Qué más da la envoltura, pues, subir a la cima no interesa a esta pequeña madeja de hilo que cose y despacio acaricia. Que todo sin nada más que tu cuerpo anidando huecos para cobijar el recuerdo vivo de ti, hecho carne sin la necesidad de marchar juntos. V No quiero palacios, ni siquiera estaciones donde paren trenes de vinilo. Me basta un perfil a contraluz, tu lengua golondrina asomando timidez. La fuerza maremoto de la roca contra la verdad elocuente de una existencia donde la p...

Espora de Miller.

La promesa del incumplimiento de no leer tu palabra en el rebobinado de la canción del color orégano. Inevitable empresa siendo lo más hermoso que mi olfato ha conocido de delfín-cotización. Por eso deseo quemar la córnea al mirarte. Enterrar la lengua ínsula y los oídos taponar con algodón egipcio para no verte sin verte ni amarte en condición desalmada. Este temblor acuático de pestaña, de hipocampo, de hierba con la ansia de contar las cañas que faltan para abrir estos brazos-paraguas del encuentro con la muerte. Tal vez, hubiese sido mejor ser una mancha de café en una página del listín amarillo, entre apellidos numéricos o en un barreño remojada con nitratos. El ensayo ratón cuando acude al elefante-basílica, con la evidencia Horacio de mi enmienda a mermar el entusiasmo, a grapar las bocas y hacer los dedos fantasmagóricos caracoles para no despertar la yegua que busca prado entre tu pecho. Hablaré de tablas de multiplicación y ...

Ojo de pavo.

Dónde está el valor de escribir una letra y una foto, una letra y dos fotos, una letra y tres fotos. No fabrico muebles a medida de la periferia del desnudo, así que, en el letargo después del océano el consejo de apostillar (que no me pega) en un atisbo  menos social. Que me hizo sentir velcro, cuño, cola o un cuerpo artimaña textil a la exposición mediática de la estría o la cicatriz sonriente de mi cintura. Cómo hacer del ritmo el poema: una letra y una foto, una letra y dos fotos, una letra y tres fotos. Luego en la avenida comenta uno que le han, aquel que le dijo, lo del bicho entredicho y el escarnio. Ella es poeta de copa y puro. Bueno, espeso y con la textura del vómito lanzo una letra y mil fotos. Ignoro si será la de la Uefa y el puro si es por la sustancia  que transporta la vista sin windons porque lo que se dice fumar, no smoking, yo, yo, yo prefiero hacer fotos  y grabar letra de est...

Sangría existencial.

Nacimos los más solidarios del mundo damos de comer alas de pollo a las palomas, sentimos el dolor ajeno, nos confraternamos con todo lo que salga por la televisión: el ordenador consciente que vela por nuestra fe y nos hace sentir más tranquilos con nuestra filosofía ahorrando la moneda por campaña en huchas con una boca horizontal. Somos los más Qué menos. No saludamos al vecino porque toca el piano los domingos, intentamos no dejar pasar la oportunidad de colarnos en el cine, películas opuestas a nuestra social red. Miraremos hacia al otro lado a la señora que pide limosna y alborotados entraremos en los ascensores sin importar el orden de la jerarquía humana No seas ingenuo, somos los más altruistas, los abuelos duermen en geriátricos, quitamos el aparcamiento a la chica novata del coche verde y lanzamos una patada al perro que se orinó en nuestro neumático. Las revoluciones se inventaron para los pobres y van en esta lancha pilotada por el héroe, el ...

Mitón-mitín.

Viajo en un vehículo y dentro de la emisora de radio un hombre dedal habla: -Pacto de soluciones con reparto equitativo adherencia del estar en trato oportuno sabiendo de antemano los órganos pertinentes azul,verde, cianuro me importa bien poco vuestra analítica pero, el voto esbozo de gozo garantiza pactos excluyentes de criterios y bancos nuevos en los bomberos sin parque por ello ratifico la exhortación en empleo, ladrillo de hospital, ayudas en Saturno y así es nuestro programa telúrico dónde ni yo mismo sé con certeza lo que acabo de decir. Bienvenidos a la Poelítica.

Relativista maternal.

I La madre se atora en su discursiva de fogueo, la presiento feliz. La gente no comprende que entre nosotras no existan abrazos ni mimos parlantes y aprovechando su emblema de serenidad le comenté que vivía con tres felinos. II Muecas de perplejidad aliñadas con hastío. Silencios impares y un carraspeo mientras aguardo la bronca de turno por mi excentricidad. Ella me soltó como una carrera en una media de mercado: -Prefiero que vivas con animales que te cases en secreto y vuelvas preñada. La verdad, que vista así la cosa con su relatividad celestina el pacto con el diablo no ha sido del todo insatisfactorio para el beneplácito del coliseo. Fue un aviso.

El rencor no es mi estilo.

Cuando escuché su voz por teléfono, me quedé como una palmera sin dátiles y una risa nerviosa brotaba de mis cuerdas consonantes. Mientras él comentaba la teoría de los bares encadenados dibujaba con mi dedo índice en la arena  rallas y manchas. No entendía su correptivo, esa forma de imponer la ley de la covivencia en suelo urbano no edificable. ¿Qué pretendía? Parecía dentro de la ruina después del terremoto  que quizás el orgullo se había fugado con una bailarina contemporánea y realizaba ejercicios tirado por el suelo limpiando baldosas, azulejos, pavimentos asfaltados y hasta paredes de gotelé, si fuera necesario. Tal vez pensaba que encontraría a los gatos desquiciados y anoréxicos. Y quien me conoce de verdad, sabe...que comen antes los gatos que yo. Jugaba. Sí. Estaba jugando. Al tirarse el farol del desbloqueo de washap, que me enseñaría una hormigonera especial de trilla cacas felinas y una nueva web de arena conglomerada de los...

La puerta pendiente se ha cerrado.

Éramos jóvenes y mi idolatría era exacerbada a uno de los chicos más listos de la clase. Aceptada en su grupi-toga, era una chica desgarbada de pelo corto, con ropa holgada de hipermercado y unas gafas de cristales sin reducir que parecían  una mutación cilíndrica; inmersa en póstulas afirmaciones de política, religión y posibilidades de existencia de vida en otras esferas. Lo único que sentí hacia su persona fue una admiración absoluta y la nada más existencialista, por eso, cuando lo encontré después de tres décadas, la decepción fue mayúscula. Me acerqué vital a su persona, dispuesta a que me contara todos sus logros, pero él, en vez de saludarme se plantó como un escudo cósmico su anillo de casado en medio de la cara; fue como si hubiese visto a María Magdalena satánica en una plaza pública y le hubiese pedido la hora. Su ironía hacia mi persona, lejos de menguar, fue constante e irreverente. Fue inútil, con aires de líder de secta evadía mi...

Air.

I Los estorninos, brújulas aéreas trazando sur, anudando norte, en acróbatas nexos de oeste y este. Bajar del avión y pisar esta pequeña Venecia que con salubridad acaricia la garganta. II En esa misma jornada presa de la ágora boceteó un poema, pero, era demasiado carnívoro y lo dejó en el tintero de la lista de espera. III Elucubrando la tesis la vida se traducía a la imagen desgarrada de que era un avión estampado contra una torre gemela. Los ríos se han secado con el titanio, los mares andan revueltos con tanta embarcación meteora. Ni parcas, ni mechas de cirio. La vida en el siglo XXI es un aeroplano bala tiroteando un edificio de cristales toros. IV Por la noche cayeron naves en casas vacías que abrieron sus puertas al caos. Ese día, lo había visionado, pero la estupidez no resucita a los muertos. Y sólo parece un oportuno anuncio de lavavajillas en medio de una serie de moda. Qué limpia las manos de Poncio y su club consciente ...

Homeopatía.

Cuándo está convaleciente siempre la vieja gata se acurruca  sobre su pecho, para aliviar el mal del corazón, Otras encima de sus ovarios cuando aquejada por la regla se hincha el vientre como un globo. Es homeógata. Siempre a su vera, con su calor que no se compra, mullida como un sueño de cabeza reposada sobre un saco de trigo negro. El miércoles, ella no acudió. Fue el macho de mancha nata en su torso felino el que se acercó (Él, es un quejicoso siempre llora) a sus dorsales e inexplicablemente se quedó dormida con un sueño reparador. Resulta, que él, también, homeógato. Y la llenan de mimos y ternura, los quiere, y ya no sabe vivir sin ellos. Piensa en los cachorros, le gustaban. Eran muy agradecidos con la vida. Y muy listos. Ellos también serán homeógatas. Espero que no sean abandonados  como yo.

Malta sociedad (Estadística)

Esta semana no ha sido la mejor de su vida. -Le cortaron la luz. -Olvidó la compra. -Perdió las llaves. -Asesinaron a tres mujeres. -La regla se adelantó una semana. Sin duda, las pequeñas desgracias no pasarán  a la historia.

Malta conducta (La peste)

En esta dialéctica es un terceto, jabalí de monte come hierba tira gases bebe lago con forma de pera. Un terceto en la histeria de la poesía.

Malta sociedad (Suicida)

En una caja de plástico guarda pinzas del tendedero de sus 15 mudanzas. Son un equipo bien avenido de diferentes etnias y a veces, alguna decide abalanzarse contra la uralita. El resto  sonríe porque el  luto está  prohibido.

Malta sociedad (Consumo)

Sentía la gula. Demasiado tarde. Procedente de sus ojos. Masticaba.

Malta sociedad (B.O.E.)

Han puesto en subasta pública su promesa: "No volver a enamorarse" A bajo precio.

Malta sociedad (Integración)

En el andén dos mujeres árabes conversan. De repente,  un tren            corta         el diálogo. Vías confrontadas, camino roto.

Malta sociedad (Vorágine)

La niña  y los leones. El león  y las niñas. El singular nunca se enamora del plural. <La discordia del carnicero> El origen del circo.

Malta sociedad (Cobertura social)

Entraron en el vagón 1 2 3 4 5 6 7... La más veterana le exclamó a la rezagada. 1 2 3 4 5 6 7.... Siéntate al lado de nosotras. Siete prostitutas van a trabajar. La octava parece una estudiante.

Malta sociedad (Viento)

Tenía envidia de la tristeza abatida, de las hojas personificadas en el fondo de un cubo. Ella, cuando está taciturna multiplica sus fuerzas. Sin reposo la adrenalina y el cortisol bocetean a un monstruo dentro de su barriga. El fuego  capaz  de levantar a  tres, tres, tres vacas, vacas, vacas en peso muerto. (ahora triste intenta domarlo, pero, quema)

Malta sociedad (Culpabilidad)

Él les decía no te vistas no te peines no te maquilles no bailes como la puta de tu madre. Se pasaba el día diciendo a la gente que su exmujer era una puta, que menuda puta, su hija. Ella no quiere salir con hombres vive escuchando el gallo de su exmarido con las olas. Teme parecer la puta que él tanto replicaba. Es hora de ser como el resto de las mujeres no avergonzarse de la campaña política de un puto.

Malta sociedad (Copa y puro)

l En la familia se asoció al rojo con el demonio. II Vio la botella de ron, siempre con ese dolor acuestas que nunca la abandonaba y tomó el primer sorbo. El dolor había desaparecido. Y empezó a beber. Tenía nueve años. Y muchas responsabilidades y un dolor en el pecho que con licor se ausentaba. Ser alcohólica no es garantía de ser una buena esposa, pero sí, una poeta decadente No bebe. Pero parece que tallaron la copa con la forma de la mano si la ven con una botella se piensan que es una vieja estrella de cine No bebe. Sus dos relaciones la volvieron astenia, ellos bregaron con una adicta. La querían a su manera, la tenían vigilada, porque un drogadicto se vuelve listo... Lleva una semana mala, el dolor regresó a la casa. Esta vez que se quede lo soportará aunque la vida se le vaya de pena. No tiene miedo ni dramas a madurar ese trance como dice su abuela porque cuanto más duele cura.

Malta sociedad (Diálogo)

Primera conversación después de meses sin vernos: A-Cuántas copas te has tomado. B-No te importa. A-Has cenado? B-Tampoco.     Llevas unos zapatos muy bonitos. Son nuevos?   A-No. Fin de la comunicación amistosa.

Malta sociedad (Paternidad)

Cuando nació su segundo hijo se fue a su suegra encolerizado y le gritó: Estará contenta, quería un nieto pelirrojo. Y ahí lo tiene. La parturienta con los puntos  bordó sus apellidos. Él se negó, porque no era suyo y no era cierto.

Malta sociedad (Educación)

Un día fui al cine con mis hijas. Era un film americano duraba exactamente dos horas y cinco minutos. Las escenas de cama duraban dos horas y el resto cinco minutos. Mis hijas estaban tranquilas y yo avergonzada. Me alegré que ellas no estuvieran bajo el yugo de la represión.

Malta sociedad. (Casquería)

Las lápidas no me gustan. Es una película desagradable. Cuando muera ni se os ocurra meterme en un búcaro de chino. Esparcid las cenizas por la sierra y el mar. Y si queréis venerar mi tumba, amad a la naturaleza.

Malta sociedad (Equitativa)

Las nuevas opciones de mercado, son las siguientes. Las chicas de 25 van con chicos de 25. Las chicas de 35 van con chicos de 25. Las chicas de 45 van con chicos de 25. Las siguientes, las nuevas opciones de mercado. Ll.Ll.

Malta sociedad.

Y ahora qué? Alcohol para desinfectar la herida, tirar por la borda dos años de terapia, contonear entre efebos veinteañeros con camisas de leñador y barbas que ocultan aún la pubertad. Vuelta de los tacones y dormir en hora despierta. Manos que abrazan caderas y un extraño canto de estornino, un palomo y por último los grillos. Extrañas melodías de réquiem.

Papel, boli en un vagón (Carta)

No sé aún muy bien lo acaecido, un zarpazo me tumbó de la silla, y al levantar mi cabeza...tú, tú, tú, ya no estabas.  En esos menesteres siempre has sido más fuerte que yo, y que conste que no es una actitud de infravalorar mi persona, pues, mi especie es el diamante, y mis hijos lo llevan tatuado.  Has cortado la comunicación, y sabes que es una tortura  para el animal que mora dentro de mi cuerpo humano... Y ahora, borracha de noche en Cabañal, perdida gata vieja, pululando entre contenedores y semáforos miopes. Observando cabinas que igual que molinos quijotescos se transforman en fulanas que me incitan al pecado de tocar sus pezones para llamarte a esta deshora, notando la humedad de la Malvarrosa y el hueco de un estómago hambriento de respuesta.  Te hubiese llamado por teléfono mil veces, pero mi sensatez me lleva a un andén destartalado, con huecos de túnel, entre lombrices mecánicas.   En ningún momento pensé en lanzarme a la vía, porque si h...

Gillete de Venus.

Cómo explicarte mientras rasuro mis piernas, el hueco de mis ingles, el pubis, y elimino esta maleza crecida mientras el agua se lleva a rastras la comidilla de pelos irregulares y una baba blanca de jabón de coco. Que un día tomando café sola mirando a una pareja que entre arrumacos  profanaban la mirada de los que siempre andamos en la cuerda floja. Que no iba a morir contigo, que la tierra me empuja hacia otro hemisferio igual que el humo infecto del rastrojo en primavera. Tú, que eres el camino naciente de cada pasada de esta gillete azul y de doble hoja que intenta exterminar el pétalo epitelial de tu cuerpo unido al mío. Nunca sabré la cobardía, el amplificador  de órganos expuestos a los cuervos, sin corazón, de que no amabas pero los ojos, tu sexo, aquella mirada tropezando con la mía cuando tú te creías que no te observaba; escribía poemas que acababan en el inodoro de una mema de salón de belleza que lo hubiese abandonado todo por t...

Arrancar del corazón.

Me gusta el olor de la bergamota ingrediente inconcluso de aroma aditivo en la loción después de la sesión depilatoria. La bergamota  que acaricia en su paseo  sobre mis piernas los poros de aberturas bucales. Cuando la banda Veet de tonos topacios me extrajo de raíz  la melancolía, y expuesta, azafrán vestido  de luto,  prensa ramificada de hierba, antenas endebles que formaron parte de mis adentros y ahora despegados van a parar al cubo de la basura. La adhiero con pericia, espero unos segundos y "zas", queda la tierra segada. que reverbera frases que estiradas de un cabo no son más que vulgar vello, que juntas fueron un todo. Por eso  la bergamota y su olor me gusta. En esta sesión de arranque de estética, y del corazón me acuerdo de ti y los besos que no existieron.