ANIS Y TOMATE
A veces me duermo en una colchoneta verde,
y saco mi caja de muñecos.
Un día una vidente
me dijo que había sido
una mujer terrible
en mis vidas anteriores
y que por ello en el siglo XXI
ando de esquina a patio.
Mezclo la lejía con el amoniaco frecuentemente
y siempre he querido pintar de cielo
el techo de la cocina.
Sabes...
En mi dualidad perezco
y me desinflo
como las ruedas de los tíos vivos.
En un amor que es semejante a tener una estatua
en el comedor
con sus formas
y circunferencias
sin adrenalina.
La sal,
el bronce,
el yeso.
Que tristeza más honda,
de esas que solo se curan visitando un estanque de patos,
y te transporta a unas manos de abuelos
vestidos de colores difuminados.
El miedo es la etiqueta de mi jersey-melancolía,
cuantas veces me has visto como un clip
en mi cama
llorando
porque vendería mi alma y mi barra de labios fiesta
para que David tuviese vida.
Y me abrazara secando con ese tricot que huele a incienso.
De que sirve el chocolate y las viandas
mas que...
El barro,
el yodo,
el mar.
Tener una estatua
en el comedor
y yo un ombligo
sin derecho a nada.
Lluïsa Lladó.
y saco mi caja de muñecos.
Un día una vidente
me dijo que había sido
una mujer terrible
en mis vidas anteriores
y que por ello en el siglo XXI
ando de esquina a patio.
Mezclo la lejía con el amoniaco frecuentemente
y siempre he querido pintar de cielo
el techo de la cocina.
Sabes...
En mi dualidad perezco
y me desinflo
como las ruedas de los tíos vivos.
En un amor que es semejante a tener una estatua
en el comedor
con sus formas
y circunferencias
sin adrenalina.
La sal,
el bronce,
el yeso.
Que tristeza más honda,
de esas que solo se curan visitando un estanque de patos,
y te transporta a unas manos de abuelos
vestidos de colores difuminados.
El miedo es la etiqueta de mi jersey-melancolía,
cuantas veces me has visto como un clip
en mi cama
llorando
porque vendería mi alma y mi barra de labios fiesta
para que David tuviese vida.
Y me abrazara secando con ese tricot que huele a incienso.
De que sirve el chocolate y las viandas
mas que...
El barro,
el yodo,
el mar.
Tener una estatua
en el comedor
y yo un ombligo
sin derecho a nada.
Lluïsa Lladó.
Yo creo que debimos ser vecinas de patio en otra vida, o tal vez de esquina, ahora no recuerdo, pero me alegra que hayamos vuelto a coincidir en este siglo.
ResponderEliminarUn Beso Lluisa, y con tu permiso te enlazo a "mis otros mundos" para tenerte un poco más cerca.