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Mostrando entradas de marzo, 2013

MEDITERRANEAMENTE INCORRECTA

El flahs dispara y la pólvora aniquila. Fotógrafos que escriben poemas de tiempo. Instantáneas devoradas por la luz. Dos semanas de penitencia. Con el hilo conductor de tus cuerdas vocales en una guitarra con un pozo en su vientre. Porque buscas la letra número 29 en la calle Alfabeto. El dar una explicación como las roscas del cuello que no apretadas lo suficiente manchan la bandolera. O la vida de copiloto en ese autobús España-Rumanía que vira en la curva. De cristales tintados que tapan la cara a la despedida o a la recepción. Hoy desayuné decisiones y ejecuté una en medio de la plaza del Carmen. Mi amigo-logo me llevó al bar donde cena el verdugo. Recriminado que ningún  hombre en su juicio sano aceptará la filia a mi peluche almassorino. Que pretenda dormitar con el oso caramelo en todas las coberturas de la cama de un hotel, balneario o pasillo de quirófano. Señor psicoanalista. No soy matemática. No soy pap...

SEIS DÍAS Y TRES DEDOS Y MEDIO.

Dónde está la fórmula para vivir sin tus besos. La piel de melocotón que envuelve tu cintura. Como la pana del pantalón con la cremallera abierta a tantos deseos imposibles. El perfume afrutado de tus escamas, serrín a punto de incendiarse. Prendiste  la mano, oasis, desterrándome  ciega,muda y sorda donde viven las estatuas de sal. Dónde está la llave del candado de mi ansia, seis días de funerales y el olor te trajo a la víctima. No concibo la existencia sin su tórax, radiografía de un corazón en huelga. Enseña a olvidar almíbar, ternura y celos y da la paz que no tengo. Vino el espíritu abogado y separación de bienes que se fueron. Un tendedero, una fiambrera al vacío y un euroconector. Vestida con el polar fresa que regalaste a mi pecho,brazos y espalda plaño y con un dedal pretendo vaciar el océano. Nectarina, ciruela y mucho mas hueso que carne, que ruido. de añoranza de soledad cuando te conducen al paraíso ...

EL DOMADOR FETICHE.

Me enseñaste a rasurar el ángulo obtuso. Y la mala hierba nunca amaneció por sus poros. A vulcanizar mis entrañas con la manos de Plutón. Imberbe sexo de lagunas. A comprar magdalenas sin conservantes para colorear la boca insaciable. Abrir, la puerta que lava supura. Y afilar mi voz, grabando mi delirio, libre libreto libreta fabricando la ama-anilla espiral, desplegando el plumaje para que trémula volara por cadenas  montañosas. Me hiciste hechicera cubriendo magna..., preferida ocasional y amiga del radio de una rueda. Mujer en la pendiente boca abajo de mesita de dama de noche. Que de su crisálida no nació mariposa sino murciélago.

EL GATO EN EL CESTO DE MIMBRE.

Cuando la saliva  viaja por distintas partes del celeste. Y lo único que ama  es la paella de sentimiento esmeralda: garrafones,judías  y guisantes. Hacen el amor  en la mandíbula desfalleciendo en el útero estomacal. Cuando  con la fiambrera del arroz de tu madre. Y luego te esfumas igual que un botafumeiro  con discursos . Según la teoría  de tu testoterona, la amistad  se vuelve un bizcocho desmembrado por el café con leche. Igual que un torrente recién barrido  por el caudal, frecuentas mensajes de alterne por las ubres de tu móvil, ordeñando citas  como números primos. Entonces me vendes, te olvidas de mi nombre y calumnias mi sexo  con tu lengua de queso. Silencio en estrofas y siempre en el sofá eres postrado un Lazarillo de Tormes. Te duele la rodilla  de pensar tanto y me compras de nuevo  con el morbo: aritmética  indivisible. Te quiero  y ahora monólogos cuelgas, fuera de...

LA CONDESA DESCALZA.(Cal-zen-tines)

Mi historia con los calcetines empieza por la colada. Siempre se desparejan angustiados   y perdidos en el cajón  desastre. Los mezclo de color, texturas y fantasías. Resignada quiero del olvido casarlos. Para que luzcan en mis pies de noble descalza. Con alguna hebra, pelusas, o agujereado duerme alguno en el fondo de mi cama. Y acaban como arenques al sol encima de la secadora. Nunca fui fiel a las formas, y mi regla en el amor no existe. Por eso sin calibrar danzan los calcetines en anarquía total Uno anda desnudo. El otro trajeado. Y el otro...ignoro su paradero La hombría de ser flácida arruga se torna al ser vestida por mi lechosos cinco dedos caminante de vías férreas. Ellos quieres ser libres. Como su ama de llaves.                         Lluïsa Lladó.

VENENO

Poisson. Entre las zarzas y  hierbas malditas habita. Es inofensivo a la vista pero mortífero en sangre. El alacrán vestido de smoking para la sangría de una boda, exequias, antes de tiempo. Cicuta. Las botellas de plástico como los cirios del templo. Puestas en el armario con la imagen de una calavera a medio grado y una conjunción abnegada. Viuda negra con collar de comprimidos recien salida de la mesita de noche. Abría su mandíbula y le obligaba a vender sus besos. Olfateaba su ropa interior en busca de un hilo,  las costuras  del pánico. El bolso registrado y la figura sumergida en la Antártida de su orgasmo. De rodillas ante el confesionario. Y en los ojos: Wasabi.

CHOCOLATE

Adicción vainilla. Su fruto es feo, tosco pero al paladar, placer supremo. Colgado del árbol nació indio muere europeo. Envuelto en alpaca, la carta nogal que lee mi lengua, se funde se espesa con el fuego con la pala de madera. Cacao en pastilla en tu miembro erecto. Derretido para el postre de nuestra vigilia en virutas para colmar las ganas de tenerte dentro. Dicen que eres sustituto del sexo, yo te proclamo seductor nato. Conquistas países, helados baños que cubren las dunas de nuestras sombras chinescas en la pared de un foco de Ikea. Mi espera afrodisiaca como el turrón entre las voces y el silencio. Avellanas son tus pezones, blanco bombón almendrado, tu labio entreabierto. Miro el reloj al saber que pronto trepará tu ser pastel, las dos onzas de chocolate que iluminan el pico de mis senos. La bebida de los dioses pronto llega a mi valle en forma de lluvia. Colina mojada azteca. Praliné.

THE

Lumbre. En tarros de loza o en cubos de cartón así sobreviven las hojas marchitas que maceradas saben  amargas. En latas de países exóticos con colonias y nombres de matices en el bazar del gourmet. Ellas viven secas como pequeñas uvas que centrifugadas saben a beduinas fantasías. Me amaste así prensada por la pared de tu silueta hasta fenecer inmóvil de deseo. Aprendí a ser té y tus manos me aseaban bajo el chorro de la fuente Una vez limpia la tetera era mi alcázar y sentía la hierbabuena como  frotaba su olor en los pliegues innombrables de codos rodillas nuca y coxis. Hasta quedar presa y renacer catarata en un vaso adornado con tus huellas. Me amabas ,asida a tus muñecas y tu chorro germinó en varón divino, terrón azucarado. Siempre el misionero rezaba la misma plegaria y esos ojos celestes nunca gimieron. Mis piernas selladas eran cola de sirena que aprendieron a ser flecos. Hoy recuerdo t...

MILK

Hambre. Allí descansa el pelotón como bloques con el número de los meses. Un regimiento piramidal de esos que adoran al sol con la blancura de un soldado que fallece en la estepa rusa. Brick de leche, descremada, entera o semi. En el supermercado sobre pale en fundas de plástico trasparente, prisioneros sin respiro. Algunas melosamente ricas de las que te convierten en gata con bigotes de oleo. Otras aguadas, igual que el vaso con pincel después de haber pintado la nieve. Mi preferida se sirve en botella de cristal en cuerpo de hombre albo cano viril abraza como la escarcha bachatea con el cuerpo hasta formar torbellino capuchino, su boca  la hierve hasta desbordar espuma del cazo. Con su lengua de melaza me vuelve confitura hasta que derrama su láctea fuerza por mis muslos, vientre, orquídea, vía. Frita de dulce, con arroz, merengada y en polvo. Sirvela sobre el bol de mis pechos, apaga mi vela como siempre d...