Cobertura de crema
El tema del día son los teléfonos contenciosos de las llamadas ambiguas: motear de manchas mohosas en una divagación abstracta. Todo flamenco oral se esparce por la red ferroviaria de timbres y megafonías. No basta con escuchar la voz del otro en un sarcófago, ni el rechinar de los dientes de la unión entre cables y enchufes. El corazón es el que debe conversar y abatir la tarifa del que mendiga un poco de pan de voces y carátulas. Observo como alejas el auricular porque detestas cada trino de mi esófago. Nunca aprenderé que en la guerra la cobertura vence y una siente esta tarjeta SIM de su ánima insertada al carrusel del interés y el desapego.