Das balas o baladas.

Tengo un tristeza cocodrilo.
Del tamaño de un cocodrilo.
Una tristeza gigante
de color trino.
Yo quisiera que ella
se encogiera con el tamaño
de una lagartija.

Sus dientes se grapan
a las vértebras.
Y me llevan al fondo del río.
No quiero bichos
portadores de pena.
Tengo una tristeza cocodrilo.
Un cocodrilo lorquiano.
Y me hunde al barrizal
porque ella también
tiene derecho a comer,
a devorar la alegría.

Verde, de piel dura.
Y colmillos como puñales.
La tristeza, grande
reptil, del romancero gitano.

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