cobra o pitón

La concordancia cruda de cada estribo
en las regletas porosas 
y la música,
en esta alma ida
entre tumores de barrio.

De mantelería bordada y las sanguijuelas
haciendo poses de Afrodita
para sorber ese acuario que yace
entre las comillas, y las bocas del incendio,

Mortecina espejismo si tú
en la proa casaras la noche de venenos,
pues, sabe bien de las argucias,
pero, el pecado más cercano
es caer hacia los abismos del mar.

De la rutina en cajas, de los vasos inquietos
en rol prescrito y las hojas caducas
en balances, acuses y saltimbanqui.

Almanaques que florecen
y la sensualidad más espumosa
de arrecifes en costra por las heridas
de epopeyas de folleto.

La vehemencia de este latir.
El oloroso empaque de tu cuerpo arañado al mío.
En teatros sin plateas, ni vientres en holgazanería
compostura,porque  respirar el amor debe en todos sus trajes,

La verdadera serpiente no comunica,
 asfixia mientras  susurra que te ama.




Comentarios

  1. La lógica pide pitón. ¡Cómo si fuera cosa de razonar!
    Sinuoso cual oficio, este poema, de viscosa atracción.
    Enhorabuena. Lluïsa.

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