Colmillo de elefante.
I
Hacer el antipoema,
de cada uno de nosotros,
arrastra el animal de celo
que ha roto la cadena.
II
Podría empezar en plan glorioso
y escribir:
la torre, el faro, el mástil, la antena de telefonía móvil.
Pero, mi corazón
hará caso a alguien, o a algo.
Podría enumerar sus hazañas:
el hombre torre,
el hombre faro,
el hombre mástil,
el hombre repetidor de señales telefónicas.
En guerras léxicas,
afirmo que nada que se asemeje al sexo,
ni a ninguna acción copulativa de costa o de montaña.
La desnudez del poema
es un hombre y una mujer.
Metidos
uno
dentro de otro.
Ll.Ll.
Hacer el antipoema,
de cada uno de nosotros,
arrastra el animal de celo
que ha roto la cadena.
II
Podría empezar en plan glorioso
y escribir:
la torre, el faro, el mástil, la antena de telefonía móvil.
Pero, mi corazón
hará caso a alguien, o a algo.
Podría enumerar sus hazañas:
el hombre torre,
el hombre faro,
el hombre mástil,
el hombre repetidor de señales telefónicas.
En guerras léxicas,
afirmo que nada que se asemeje al sexo,
ni a ninguna acción copulativa de costa o de montaña.
La desnudez del poema
es un hombre y una mujer.
Metidos
uno
dentro de otro.
Ll.Ll.
Los poetas lo intentan pero siempre se quedan "a la voreta".
ResponderEliminarLas poetas a veces consiguen invadir otra alma.
Imperdonable, pero cierto,
Como un alíen?????? Gracias Julio.
ResponderEliminar